Tiempo para la desinformación climática

Por Melissa Fleming - 11 de enero de 2024

Los resultados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023, la COP28, han hecho reflexionar a la comunidad internacional sobre un acuerdo histórico: Por primera vez, el mundo ha acordado abandonar los combustibles fósiles para mantener a su alcance el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C. 

Ya no se trata de si acabaremos con nuestra dependencia del petróleo, el carbón y el gas, sino de con qué rapidez.

La velocidad y la escala son ahora las cuestiones clave. Como dijo el Secretario General de la ONU en su declaración de clausura de la COP28, "el mundo no puede permitirse retrasos, indecisiones ni medias tintas." 

La ciencia es clara: una acción ambiciosa para reducir las emisiones de carbono y acelerar la transición a las energías renovables puede aún evitar las peores consecuencias del cambio climático. Debemos convertir esto en nuestra prioridad mundial urgente.

Sin embargo, las fuerzas de la inacción no cejarán tan fácilmente. Durante décadas, las empresas de combustibles fósiles y los Estados alineados han gastado sumas desorbitadas en campañas para retrasar la transición energética y mantener al mundo enganchado a sus productos.

La última COP no fue una excepción. En todo momento, los investigadores siguieron de cerca una sofisticada campaña, con un ejército de grupos de presión, políticos, gigantes mundiales de las relaciones públicas, anunciantes e incluso cuentas falsas en las redes sociales desplegadas para difundir desinformación sobre el clima.

Para ello utilizaron una serie de tácticas, narrativas que, a grandes rasgos, se dividen en cuatro categorías: dilación, desviación, división o catastrofismo.

El aplazamiento pretende dar largas al asunto. Presenta los combustibles fósiles como necesarios para satisfacer la demanda energética e impulsa tecnologías no probadas como balas de plata para combatir las mortíferas emisiones.

La desviación, incluido el lavado verde, trata de restar importancia al papel de los combustibles fósiles en el deterioro del clima y replantea el debate para centrarlo en el comportamiento individual.

La división socava a los activistas climáticos enfrentándolos entre sí y demonizándolos para erosionar el apoyo público.

El catastrofismo insiste en la idea de que ya es demasiado tarde para evitar la catástrofe climática y califica de inútiles todos los esfuerzos para lograrlo.

Sea cual sea el mensaje, el objetivo es el mismo: las cuatro narrativas pretenden desvincular a la opinión pública y hacer creer que hay menos demanda pública de acción climática de lo que sugieren las encuestas mundiales.

Difundir estas narrativas es un gran negocio en todo el mundo. Los grandes medios de comunicación, las redes sociales, las agencias de publicidad y las empresas mundiales de relaciones públicas son algunos de los que sacan provecho de ello. Mientras siga siendo rentable, podemos suponer que seguirán haciéndolo.

No podemos cejar en nuestro empeño. Todos los que estamos del lado de la ciencia y las soluciones debemos redoblar nuestros esfuerzos. Tanto denunciando implacablemente la desinformación climática y a quienes están detrás de ella, como siendo más audaces, inteligentes y estratégicos, no solo en lo que comunicamos, sino en cómo lo hacemos.

La necesidad de información precisa y con base científica sobre soluciones climáticas nunca ha sido mayor.

Las Naciones Unidas están haciendo frente a la desinformación sobre el clima para demostrar a la gente que no es demasiado tarde para salvar el planeta. Para ello estamos impulsando nuestras comunicaciones sobre el clima mediante la iniciativa Verified for Climate, un programa conjunto de las Naciones Unidas y Purpose.

Trabajando con pensadores de los ámbitos de la comunicación, la filantropía, el mundo académico y la empresa -y con la colaboración de quienes nos apoyan, The Rockefeller Foundation, Fortescue y TikTok- estamos debatiendo nuevas formas de comunicar.

En asociación con voces de confianza de todo el mundo, Verified inunda los canales digitales con datos y recursos climáticos basados en la ciencia, mejorando la integridad de la información en los espacios donde más suele circular la desinformación climática.

Utilizaremos las mejores prácticas de reformulación, inoculación, comprobación de hechos y desacreditación, y llegaremos a los vulnerables al catastrofismo con una narrativa basada en soluciones y mensajes de agencia.

Juntos, confiamos en que podemos ayudar a cambiar el rumbo de la narrativa de la información sobre el clima y potenciar comunicaciones que estimulen la acción para asegurar un futuro habitable para el planeta. No hay tiempo que perder. Esperamos que te unas a nosotros.