Deforestación y enfermedades emergentes


Deforestación y enfermedades emergentes

La deforestación está acercando a animales y humanos, lo que aumenta el riesgo de que enfermedades zoonóticas como la COVID-19 pasen de animales a humanos.

La destrucción de los bosques tiene un impacto directo en la salud humana. En 2019, cada seis segundos talamos un trozo de selva tropical primaria del tamaño de un campo de fútbol.

Además de las catastróficas consecuencias para nuestro clima y medio ambiente, la deforestación aumenta nuestra exposición a enfermedades zoonóticas que se transmiten de los animales a los humanos, como el VIH/SIDA, el Zika, el Ébola y el COVID-19.

Nuestro vídeo explica cómo, al talar los bosques, destruimos hábitats naturales. Esto obliga a animales y humanos a vivir más juntos, creando riesgos potencialmente mortales para la salud humana.

En la primera cumbre sobre biodiversidad de las Naciones Unidas, celebrada en octubre de 2020, Elizabeth Mrema, Secretaria Ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica, afirmó que el nivel sin precedentes de pérdida de especies y daños a la fauna y la naturaleza significa que los humanos son "la especie más peligrosa de la historia global".

Para protegernos, debemos proteger nuestro planeta.